¡Tranquilos! Entended “terrorífica” en el buen sentido de la palabra –si es que lo tiene-. Javier es muy claro respecto a la necesidad que tienen las empresas de adaptarse YA a todo lo que la tecnología les brinda para hacer evolucionar sus negocios. El objetivo no es meterles miedo, ni mucho menos, sino abrirles los ojos para ayudarles a tener futuro. Como bien nos indicaba: “la transformación digital es susto o muerte” … Y, en ese caso, todos preferimos susto ¿verdad?
Nuestra primera pregunta para Javier no podía ser otra, había que empezar por el principio: “¿Tiene el comercio especializado de la carne y sus derivados cabida en esta revolucionaria visión del futuro del consumo?”. Y su respuesta fue muy clara: “de cómo afronten la transformación digital vuestros asociados, en los próximos 2 años, dependerá todo su futuro. No se trata de sobrevivir, esto no es ni siquiera una adaptación o reorientación del negocio, no es un cambio puntual, sino que es un estilo de vida. Porque la tecnología va a seguir ahí, evolucionando”.
A continuación, os resumimos las principales conclusiones que sacamos de esta interesante conversación, que ojalá os ayude, tanto como a nosotros, a empezar a abrir los ojos.
1. NECESITAS LAS 3 T
Tecnología. Sí o sí la tienes que tener. En palabras de Sirvent: “no me digas que es que tú vas a montar un spa en medio de la nada, que me da igual. Sin usar la tecnología para que la gente lo conozca, para que pueda llegar, para que tengan acceso… estás muerto».
Talento. Bien sea cocinando, jugando al futbol o despiezando carne. Todos podemos tener talento, porque el talento se adquiere, y la tecnología también nos ha facilitado eso. A día de hoy podemos aprender mucho viendo, por ejemplo, un vídeo de Youtube. Tenemos un sinfín de conocimiento a un solo click.
Talante. Este es el punto más difícil. Aquí interfiere tu forma de relacionarte, de empatizar, de afrontar los cambios. En las grandes compañías tecnológicas hay detrás mucho talante, lo llevan impreso en su ADN y lo trasladan a sus equipos. Ese mantra del talante tiene mucho que ver con el ecosistema.
2. LA COVID NOS HA DADO UN PUÑETAZO EN LA CARA
La transformación digital de las empresas era necesaria sí o sí, con Covid o sin Covid, pero podemos asegurar que la pandemia la ha acelerado. Un ejemplo de ello, en palabras de nuestro evangelista tecnológico, es Disney, que “ha conseguido en un año lo que a Netflix le costó 10. Eso sí, porque no les ha pillado el toro, estaban preparados antes de que todo esto pasase”. Sin embargo, “el coronavirus ha dado un buen puñetazo a la mayoría de las empresas porque no estaban preparadas. Y algunas después de verse tiradas en el suelo, en lugar de replantearse muchas cosas, se han vuelto a levantar sin analizarlo… así que han vuelto a recibir otro puñetazo”.
¿Qué nos quiere decir con esto Javier? Tal vez que necesitábamos ese puñetazo para cambiar de una vez por todas nuestra forma de pensar, y para precisamente eso… ¡pensar! Analizar cómo estamos, cómo debemos y queremos estar, y qué tenemos que hacer para conseguirlo.
3. NO TODO SE ARREGLA CON TECNOLOGÍA
Vale. Han pasado mil cosas y hay que hacer cambios, pero -¡ojo!- no todo se arregla con tecnología. “Hace falta un pensamiento lateral de creatividad, metodología. Y la metodología no tiene por qué ser digital, sino estar basada en cambios rápidos y en una configuración visual de las cosas, donde todo el mundo aporta ideas”, nos explica Javier. Tal vez se trate de empezar por algo tan sencillo como reunir a tu equipo. Muchas veces, en una sola mañana, llegas a las conclusiones a las que no has llegado en diez años. Pero lo que está claro es que hay que estar dispuesto a pensar diferente.
Sirvent apuntaba: “está habiendo un cambio generacional brutal que va a pasar factura a muchos negocios. Algunos jóvenes ya no van a querer estudiar, ni tener un trabajo habitual, van a querer ser youtubers y a ver cómo les dices que eso no tiene futuro cuando se están haciendo millonarios. Cosas que antes eran impensables, ahora, son una realidad. ¿Quién le iba a decir a los carniceros hace unos años que la carne iba a poder salir de un laboratorio? A lo mejor dentro de un tiempo vamos a Segovia y en la carta de un restaurante encontramos un cochinillo sin colesterol y que cura el coronavirus».
4. LA TECNOLOGÍA ESTÁ EN TODAS PARTES
El que crea que la transformación digital significa tener un e-commerce y redes sociales está muy equivocado. La tecnología está en todas partes e influye muchísimo en la experiencia de compra en nuestros establecimientos. Cuando le preguntamos a Javier qué le gustaría encontrarse cuando visitase una de nuestras carnicerías, charcuterías, pollerías y casquerías respondió inmediatamente que facilidades y agilidad. Él, como el 99% de los consumidores, busca que se lo pongan fácil y rápido.
Nos hablaba del ejemplo de MC Donalds y sus máquinas de autopago y reserva, que han reducido tantísimo los tiempos de espera en el interior de sus establecimientos. Además, nos destacaba que el registro de la información mejora mucho la atención al cliente, pues si el carnicero sabe que a él le gusta la carne de vacuno, que suele comprar de oferta y que le gusta comer saludable, le podrá recomendar ese chuletón con poca grasa que acaba de llegar y que está a muy bien precio.
5. EMPIEZA POR CONOCER A TU CLIENTE
Esto es algo que la mayoría de los profesionales de nuestro sector ya tienen, porque son comercio de proximidad, de cercanía, conocen a sus clientes, ya tienen la información, pero sin tecnología no es suficiente. Es el momento de registrar todos esos datos, de poder hacer un seguimiento de los mismos y, por supuesto, un análisis. Y para eso necesitan un CRM, un sistema para gestionar la relación con sus clientes. Necesitan saber sus patrones de comportamiento y sus gustos.
¡Y no nos digas que lo tienes todo en la cabeza! Javier nos ponía un ejemplo claro de qué ocurre si no registras los datos: “si ese pollero o carnicero que trabaja en tu tienda y conoce a tu cliente se pone malo o simplemente se va a otra empresa … ¿qué haces? Ya no conoces a tu cliente. Tienes que registrarlo todo, y vuestro sector tiene ahora una gran oportunidad para hacerlo a través del servicio a domicilio y la venta online”.
6. UN NEGOCIO DIGITAL NO FUNCIONA POR CIENCIA INFUSA
Proseguía: “no todo empieza y acaba en abrir una web, y os voy a poner un ejemplo que he visto durante la pandemia. Algunos negocios de restauración han sufrido mucho con las restricciones. Han tenido que cerrar sus persianas, pero les han permitido seguir vendiendo a domicilio. Y muchos no han vendido nada. ¡Porque abrir una persiana digital es lo mismo que abrir un negocio físico! Es decir, los clientes no te van a caer de cielo. Si no has tenido un proceso de digitalización, te has encargado de estar en canales como Uber Eats o Just Eat, de hacer publicidad en redes sociales o en buscadores, o de todo lo que conecta tu cocina con el público… estás muerto».
Pues este mismo ejemplo que nos traslada Sirvent es extrapolable a nuestro sector. Tenemos que tomar conciencia de que un negocio digital hay que cuidarlo igual o más que uno físico.
7. EL FUTURO ES AS A SERVICE
As a service es un modelo de software que te permite acceder a un servicio en cualquier momento, a través de una suscripción semanal/mensual/anual. Como, por ejemplo, Netflix o incluso el gimnasio si lo extrapolamos a servicios presenciales.
Sirvent augura que este es el futuro y que este modelo va a implantarse en la vivienda, en la salud, en la alimentación y en todos los sectores. Y añade: “Si me compras 50€ todas las semanas, te regalo un pollo asado. Y muchos dirán que con eso solo ganan 1€… ya, pero si tienes 100, 200 o 300 suscritos, acabas ganando. Lo que pasa que para poder hacer esto tienes que tener controlada toda tu cadena de suministro. Debes conocer a tu cliente y saber exactamente cuánto valen tus servicios».
8. NUESTRA MAYOR OPORTUNIDAD ES QUE NOS QUEDA TODO POR HACER
Para terminar, Sirvent aseguraba que las verdaderas oportunidades de negocio están allí donde hay problemas. ¡Y estamos en medio de una pandemia! Nuestro sector, en líneas generales, lleva retraso y tiene prácticamente todo por hacer en el camino de la digitalización, pero se puede dar la vuelta a esta gran debilidad y convertirla en la mayor de nuestras fortalezas. ¡Hagamos TODO eso que tenemos por hacer… y hagámoslo YA!
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