Isidoro tiene un puesto en el Mercado de Maravillas, un local en la Avenida Donostiarra y mantiene varios puestos en Ventas, lugar al que se remontan sus orígenes y donde ha inaugurado su primer espacio con barra de degustación, aprovechando la reforma integral que ha experimentado el Mercado.
Sin embargo, para obtener todos estos resultados han tenido que pasar más de tres décadas, más de 30 años como carnicero. Isidoro habla de sus comienzos en el oficio entre risas y con tono irónico, recordando cómo se puso al frente del establecimiento de su padre, sin saber absolutamente nada de esta profesión y destrozando alguna que otra pieza, aunque cuenta que “en aquellos tiempos se vendía mucho y muy rápido, así que las pérdidas que conllevaba el aprendizaje se recuperaban pronto».
Ahora, uno de los carniceros más emprendedores y proactivos de Madrid nos abre las puertas de sus nuevos puestos contiguos en el reformado Mercado de las Ventas, una carnicería junto a un establecimiento con barra de degustación; ambos físicamente conectados y que comparten materias primas.
