La celebración del Día de la Madre siempre cae en domingo, lo que ha ayudado en que este día se convierta en una festividad en la que es habitual salir a comer fuera o encargar el almuerzo. Sin embargo, si quieres ahorrar o lucirte como cocinillas, las carnes de lechal, cordero y cabrito representan una opción ideal para aquellos que quieran elaborar en casa un menú digno de una gran madre, pero sin las complicaciones que las elaboraciones para cualquier día festivo suelen implicar. Gracias a los buenos resultados que ofrecen en el horno, es este electrodoméstico el que se encarga de hacer gran parte del trabajo.
Grandes éxitos, pequeños esfuerzos
A la hora de preparar un asado de ovino o caprino, no es necesario emplear utensilios de última generación ni poner en marcha técnicas complicadas habitualmente presentes en otras recetas, como puedan ser los confitados, los escaldados o los salteados. Disponer la pieza sobre una fuente de horno, si es de barro mejor, salpimentar y añadir el líquido con el que vayamos a hacer el asado, ya sea agua o vino blanco, son los únicos pasos necesarios para alcanzar el éxito. Una vez cumplimentados estos sencillos trámites, un horno precalentado a 180 grados y vigilar que la elaboración no se quede sin líquido es lo que nos hace falta para obtener un resultado final a la altura de una comida como la del Día de la Madre.
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