Es vocal de la Junta Directiva de Carnimad y le entrevistamos para conocer su lado AS, su lado empresario, influencer y, por supuesto, ¡carnicero!
¿Te imaginabas de pequeño siendo carnicero? ¿Y empresario? ¿Cómo te imaginas en el futuro?
De pequeñito quería ser futbolista, como todos los niños. Después, quise ser profesor de educación física… y lo que nunca me imaginaba es que sería carnicero. Sin embargo, recuerdo ir a la compra y quedarme embobado viendo manejar los cuchillos.
¿Empresario? Desde niño, no, pero desde que tengo más uso de razón sabía que sí. Con 18 años recién cumplidos lo intenté por primera vez, monté una pollería en el Mercado de Usera, pero fue una ruina. Corría el año 2007, a punto de estallarla crisis, yo era inexperto… demasiados factores en mi contra para triunfar. Eso sí, ¡aprendí muchísimo de la experiencia!
Arrastré deudas hasta el año 2016 y, en cuarto terminé de pagar, volví a empezar y… ¡nació el AS de las Carnes!
El futuro mejor no lo cuento porque quizás pienses que estoy loco – bromea -. Lo que sí te puedo decir es que me voy a esforzar al máximo en el presente, para que mi familia, mi gente, mi sector y yo estemos lo mejor posible.
Tú tienes tan solo 31 años y tu equipo también es joven… ¿Qué edades rondan tus empleados?
La más joven es Mapy, entró con 18 añitos y ahora tiene 20; y el más mayor es uno de mis hermanos y tiene 34 años.
¿Cuáles son las principales barreras del sector para atraer a los jóvenes al oficio y cómo les has hecho frente?
Este es un tema complejo, creo que hay varias razones: la primera es la escasez de ayudas del estado para los aprendices en el pequeño comercio, casi todas las ayudas de formación y beneficios en impuestos o Seguridad Social son para las grandes superficies y, a su vez, estas ofrecen mejores condiciones en cuanto a jornada laboral, con sueldos más o menos normales. Si a eso le añadimos que vivimos en una sociedad conformista… ¡tenemos un motivo más!
Por otro lado, ser carnicero nunca ha sido un orgullo a la vista de la mayoría de la gente, sino todo lo contrario. Siempre se ha dicho que es un oficio esclavo, porque se trabaja muchas horas a la semana.
Mi método ha sido fácil, simplemente he mostrado al mundo lo bonito que es ser carnicero y he dado a conocer a mi equipo la oportunidad de sentirse parte de algo diferente, algo divertido de sentirse unos ASes. La vida va cambiando y las nuevas generaciones ven el mundo de otra manera, así que hay que ponerse en su lugar. Hoy en día, quizás es más importante tener tiempo de ocio a sentirte parte de algo que ganar mucho dinero y no poder disfrutarlo. Y, he de decir, que los cambios que implemento para fidelizar a mi equipo también dan sus frutos, ya que en temporadas de mucho trabajo dan el 200% siempre, porque están contentos con lo que hacen.
¿De qué manera has conseguido que sean embajadores de tu marca, sintiéndose parte total de El AS de las Carnes?
No he seguido ninguna táctica en concreto, simplemente he mostrado en redes sociales mi forma de ser y mi forma de llevar la empresa. De esta manera he hecho que ellos tuviesen muchísimas ganas de ser ASES e incluso, en algunos casos, han esperado mucho tiempo para poder formar parte del equipo y, cuando han entrado en él, siempre les he hecho sentirse importantes, porque es una realidad, yo solo no podría estar haciendo todo, ellos son una parte esencial en la empresa, aunque, a la vez, también les hago entender que no son imprescindibles y que, cada día, hay que superarse y crecer, porque eso justamente es ser un AS.
¿Qué perfiles tienen tus trabajadores?
Pues ahí está una de las claves de El AS de las Carnes, todos son muy diferentes y unos cubren las carencias de los otros. Empezando con el que fue mi primer empleado, que a día de hoy es mi socio y mi mitad, Cristian. Él es todo lo que a mí me falta y viceversa.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor que te ha pasado en estos años de experiencia en el sector?
¡Me han pasado cosas increíbles! – dice resoplando, porque no sabe por dónde empezar -. He conocido a referentes de mi oficio, como Alex Castany, José Gordón, Bruno Casal… pero lo mejor que me ha pasado ha sido que Cristian Delgado, además de ser mi mano derecha, comprase la mitad de la empresa y empezase
a caminar a muerte conmigo. Estos cuatro años de los ASES me han regalado los mejores momentos de superación y motivación, y, a la vez, las peores agonías, sufrimiento, ansiedad, etc. No puedo decir que haya sido un camino de rosas, pero sí un camino de constante aprendizaje. Es más, aún estamos en el principio y nos quedan muchas piedras que saltar, sobre todo en el nuevo proyecto, #ElMovimientoAs.
Tres claves para el futuro del comercio especializado o de proximidad.
Renovación mental, transparencia y mantener las cosas buenas que ha tenido nuestro oficio siempre, como el trato, la calidad, etc.
Tienes miles de seguidores en Instagram, pero… ¿a quién sigues tú? ¿Qué 5 cuentas nos recomiendas y por qué?
Si te soy sincero, me da muy poco tiempo a ver otros perfiles, pero uno de los que más sigo es a @kocshopvelilla y @kocshopoficial, porque siento admiración por sus elaborados. También mucho a los primeros que se han unido a mi movimiento sin ni siquiera haber empezado oficialmente: @adelino_arce, @merkawick y @valserra_carniceria. Y es inevitable no seguir a @sanmarti1850, @alex_castany, @pepechuleton, @carniceriacatala, @carnicerias_herrero… podría seguir así… ¡ porque hay gente muy muy BUENA!
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