Hay sectores que han conseguido en los últimos años vadear la crisis económica con muy buena cintura a pesar de los momentos de incertidumbre que nos ha tocado vivir. El catering es uno de ellos. Una actividad que no sólo ha pasado de puntillas por la crisis, sino que ha conseguido crecer y lograr adeptos, no sólo entre los emprendedores y empresarios, sino también entre los consumidores.
No hay fiesta o celebración que se precie que no cuente entre sus propuestas culinarias, con presentaciones donde la charcutería brille con identidad propia.
¿Y cómo no elegirlos? Los productos de charcutería son deliciosos, coloridos, camaleónicos y versátiles, nadmiten todo tipo de combinaciones; son fáciles de preparar y aún más de degustar. Quedan y saben bien con todo. ¿Cómo resistirse a ellos?
La charcutería tiene en el catering un excelente aliado para crecer, para redibujarse y abrir nuevos escenarios donde desarrollarte como profesional, adaptándote a las nuevas tendencias y necesidades de los consumidores.
Tradicionalmente el servicio para este tipo de eventos, ha sido ofertado por empresas especializadas en catering como tal, pero estamos asistiendo a un cambio que puede suponer nuevas miras y vías de ingreso para la charcutería.
Muchos profesionales conscientes de este hecho, han decidido tomar delantera formándose y han comenzado a elaborar líneas completas de productos y aperitivos con personalidad propia que no sólo venden en sus establecimientos, sino que comercializan dentro de un servicio más amplio como es el catering, permitiéndose diversificar la oferta de su negocio, sin dejarla de compaginar con la actividad propia de sus empresas.
No tenemos por qué ser meros proveedores de productos para estas empresas, sino que conocedores del producto, podemos convertirnos también en facilitadores del servicio directo, con un valor añadido, el enorme conocimiento del producto que tenéis como profesionales.
Pero antes de iniciar cualquier tipo de negocio hay que saber exactamente qué vamos a ofrecer. Y por consiguiente a quién nos vamos a dirigir, así como la elección de nuestros proveedores, el capital humano, la legislación y requisitos para ponerlo en marcha y la inversión inicial que requerirá nuestra nueva andadura.
DEFINICIÓN DE LA ACTIVIDAD A REALIZAR
¿Qué tipo de catering vas a ofrecer? Define a quién te vas a dirigir. ¿Vas a enfocar tu actividad en empresas, ayuntamientos, empresas y les vas a ofrecer desayunos, coffee breaks, cóctels, etc? ¿O a colectividades como escuelas u hospitales? ¿O te parecen más interesantes los eventos y celebraciones?
A la hora de enfocar tu proyecto, establece claramente si la actuación de tu empresa se centrará en un ámbito local, regional o nacional.
Tendrás que especificar la variedad de comida a ofrecer y su carácter. ¿Va a ser tradicional, exótica, o te vas a centrar en aperitivos de diseño o autor?
Así mismo, si vas a ofrecer comida a una guardería o residencia de ancianos, quizás tengas que pensar en menús alternativos bajos en sal y grasa, sin gluten, etc, siendo fundamental la colaboración de un nutricionista.
ESTUDIO DE MERCADO. LA COMPETENCIA
Actualmente las empresas de catering han proliferado, por ello es importante conocer el terreno de juego y analizar la situación del mercado, dónde se encuentra la competencia, qué está ofreciendo, cuál es su posicionamiento, etc.
Este ejercicio nos servirá para saber dónde estamos y dónde deberíamos estar para posicionarnos como referentes en una categoría que nos interese y en la que podamos ser únicos a ser posible. Por otra parte nos ayudará a definir bien la actividad y elegir las más rentables.
PLAN OPERATIVO Y TRÁMITES LEGALES
Dentro del plan operativo habrá que tener en cuenta entre otros los recursos humanos, los recursos materiales necesarios, la política de producción y la política de localización, aspecto legales y autorizaciones.
- Un apartado fundamental es el personal. Dedícale especial atención al personal. Si dentro de tu plan de negocio, tienes previsto ofrecer no sólo producto, sino servicio como tal, como por ejemplo el de camareros, dimensiónalo correctamente. No es necesario incrementar tu plantilla y tener una infraestructura fija de personal. Lo mejor es contratarlo por horas para los servicios concretos que vayas a desarrollar.
- Es imprescindible un vehículo especial isotermo frigorífico, para alimentos en frío y/o calientes. La comida preparada debe ir envasada según las normas técnicosanitarias.
- Los trámites y permisos legales en el ámbito de la restauración son relativamente sencillos. Si el negocio incluye elaborar comidas en las propias instalaciones será imprescindible tener una autorización sanitaria, tanto para homologar las instalaciones como para poder transportar los alimentos. Además hay que cumplir los requisitos que determina la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma en la que nos encontramos.
- Por otro lado, hay que tener autorización de apertura del local. En este caso, en principio, no será necesario tener dicha autorización si el establecimiento es de provisión de comida para particulares.
- Un permiso absolutamente necesario para este tipo de actividad es tener el Certificado de Manipulador de Alimentos.
PLAN DE MARKETING Y FINANCIERO
- En vuestro caso, jugáis con una ventaja. Contáis con un escaparate que otras empresas no tienen, vuestro propio establecimiento y con unos altavoces de confianza, vosotros mismos y vuestros empleados. Los clientes ya os conocen y saben de la calidad de vuestros productos, con lo cual buena parte del recorrido de comunicación lo tenéis ganado. Aprovecha esta situación a tu favor.
- Piensa también en la marca. ¿Vas a crear una nueva ligada a tu establecimiento o partirás de cero?
- Recurre al buzoneo e inserción de publicidad en revistas de barrio y locales para darte a conocer; y no te olvides de publicitar el nuevo servicio o empresa en tu propio establecimiento.
- Haz promociones y descuentos.
- Dentro de tu plan de ventas y comunicación no olvides un elemento vital: la web. Para ofrecer este tipo de servicios y llegar a nuevos públicos será estratégico.
- Definir un plan de negocio es básico para saber exactamente que gastos conllevará su apertura. Conocer la inversión inicial mínima nos ayudará a dimensionar económicamente nuestro deseo, conociendo exactamente qué recursos económicos serán necesarios para acometer nuestro proyecto.
