Esta semana ya se emite la sexagésimo sexta entrega de la serie de reportajes que tienen como protagonista a la carne y los productos cárnicos en Radio Nacional de España, en su canal “Radio 5 Todo Noticias”. Esta vez se enfoca en la alimentación variada y equilibrada que, como en otras etapas de la vida, debe llevar la mujer gestante y en la importancia de ingesta de hierro a través de fuentes naturales.
Tanto los especialistas en nutrición y dietética como el colectivo médico subrayan que el embarazo es un estado fisiológico, en el que las necesidades nutricionales se van a ver incrementadas, “a nivel de micronutrientes y va a haber también un aumento de necesidades energéticas. En proteínas, sí que se van a aumentar un poco las necesidades. Ácidos grasos esenciales, como el Omega-3, también se van a necesitar en mayor proporción, así como ciertas vitaminas y minerales”, comenta la nutricionista-dietista Concepción Maximiano, quien resalta que se realicen las cinco comidas diarias durante el embarazo, “para paliar síntomas como las náuseas y los vómitos, y evitar ayunos prolongados”.
Uno de los minerales clave durante la gestación es el hierro. Susana del Pozo, doctorada en Nutrición y Bromatología, comenta que es habitual que exista una anemia ferropénica relacionada con el embarazo, “ya que en la edad fértil, las mujeres suelen tener bajas las reservas de hierro habitualmente. ¿Y por qué es tan importante el hierro? Es porque forma parte de la hemoglobina de la sangre, que es la que participa en el transporte del oxígeno. También el hierro aparece en la proteína muscular, en la mioglobina y es almacenado en órganos como el hígado”, añade.
Los alimentos de origen vegetal proporcionan hierro del tipo “no hemo” y los alimentos de origen animal, como la carne y los derivados cárnicos, son fuentes naturales de hierro “hemo”.
Susana del Pozo destaca que “el hierro hemo tiene una ventaja sobre el hierro no hemo: que el hierro que proviene de alimentos de origen animal se absorbe con mayor facilidad por el organismo. Como media, el organismo puede absorber más de un 20% del hierro hemo que consume, mientras que en el caso del hierro no hemo, la absorción es muy pequeña; incluso hay veces que puede ser solo de un 2%. En el caso de las embarazadas, las necesidades de hierro son de 18 mg por día para el crecimiento de la placenta y el feto”.
Las expertas en nutrición afirman que lo importante es que la alimentación variada y equilibrada que ingiera la mujer durante el embarazo contenga el mayor número de nutrientes.