Esta semana se emite la sexagésima entrega de la serie de reportajes que tienen como protagonista a la carne y los productos cárnicos en Radio Nacional de España, en su canal «Radio 5 Todo Noticias». En esta ocasión, aborda el papel clave de la carne y los derivados cárnicos en el aporte de una proporción notable de las necesidades de proteína de los adultos.
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La edad adulta es la etapa de la vida normalmente más longeva y coincide con la plenitud física e intelectual de las personas, que deben seguir un patrón de alimentación variado y equilibrado en nutrientes, como son por ejemplo las proteínas, que proporcionan alimentos de origen vegetal y animal, según indica Beatriz Beltrán de Miguel, profesora de Nutrición y Dietética Culinaria en la Universidad Complutense de Madrid. “Las necesidades diarias de proteína que tienen las personas adultas están entre 41 gramos las mujeres y 54 gramos los hombres. Esta proteína tiene que ser de una calidad importante”, afirma.
Las proteínas cárnicas de vacuno, ovino, porcino, caprino y conejo tienen elevadas cantidades y de forma equilibrada de aminoácidos esenciales, que no se generan por el organismo y solo se aportan por la alimentación. Esta característica y el elevado coeficiente de digestibilidad hacen que las proteínas cárnicas presenten un elevado valor biológico o nutricional.
El consumo de carne aceptado en el marco de una dieta equilibrada carne es de no más de 100 g de carne y 50 g de elaborados por día, según la Guía “La carne y la salud en adultos, avalada por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
Susana del Pozo, doctorada en Nutrición y Bromatología, recomienda que “la carne y sus derivados deben estar presentes tres veces a la semana en nuestra dieta y debemos primar las carnes magras”.
Durante la etapa del embarazo y la lactancia, “las necesidades de proteína aumentan considerablemente en 15 gramos durante la gestación y en 25 gramos durante los meses en que la madre da de mamar al bebé. Esta gran cantidad de proteína que necesita podría provenir de una fuente importante que es la carne. Tendríamos que detallar en función de la situación de cada una de las mujeres qué tipo de carne podría ser más conveniente consumir en uno u otro caso”, como explica Beatriz Beltrán de Miguel, profesora de Nutrición y Dietética Culinaria.
Obtenemos la energía a través de la oxidación de los hidratos de carbono, grasa y proteína. Las necesidades de energía van disminuyendo según avanza la edad, como detalla la nutricionista Susana del Pozo, directora técnica de Health Applications For You.
