Vivimos en un mundo acelerado e incomprensible (BANI se suele llamar). Esto implica que cualquier empresa o negocio debe responder a los cambios del entorno en un tiempo récord. Y el problema que observo en muchas empresas de nuestro país es que los procesos son ineficientes y la resistencia al cambio es alta en un mundo donde la constante es el cambio.
Los autónomos que tienen empleados a su cargo lo tienen aún más complicado a causa de diferentes factores que tienen que ver con lo que afectan los cambios del entorno, así como las numerosas legislaciones vigentes y nacientes en todos los ámbitos. Esto significa que aquellas personas con puestos de responsabilidad directiva o los propios autónomos son responsables de muchos aspectos que antes no estaban legislados. El control horario, la prevención de riesgos, la normativa concreta del sector e, incluso, la salud mental de sus colaboradores y colaboradoras son aspectos sobre los que tienen que intervenir y cuidar.
Finalizada la primera edición del Programa de Desarrollo Directivo (DCAE) que ha realizado Educarne en el año 2022, somos más conscientes de la necesidad de formación que requiere el sector para que las personas que están al frente de empresas y negocios tengan la seguridad suficiente para tomar las decisiones adecuadas que permitan que sus proyectos continúen adelante. Una formación centrada en las necesidades de un sector tradicional que necesita actualizarse en materias sobre las que se tienen que responsabilizar, ya que el desconocimiento de la ley no exime a nadie de su cumplimiento.
El resultado de esta primera edición ha sido fantástico, sobre todo desde el punto de vista del aprendizaje y la utilidad para los asistentes. Todos ellos han coincidido en que les ha servido para detectar áreas de mejora en sus negocios y empresas y han llevado a cabo acciones de mejora en aspectos que percibían más flojos en sus respectivas organizaciones.
El futuro de la profesión apunta a romper viejos paradigmas que, probablemente, han funcionado hasta ahora y que, probablemente también, no van a servir más que para limitar el crecimiento de los negocios en el contexto actual. Muchos sectores se están viendo afectados por diferentes aspectos de este mundo tan cambiante y tan complejo y están teniendo que realizar profundas reformas para adecuarse a los tiempos actuales.
Formarse en determinadas cuestiones que afectan a sus negocios permite conocer sus posibilidades, facilita delegar esas tareas en personas internas o externas que trabajen sobre aquellas áreas de mejora del negocio para poder seguir teniendo su hueco en el mercado y, sobre todo, la permanencia de sus negocios y de sus equipos.
Se trata de una reflexión profunda y de una elección adecuada de en qué formarse para estar a la altura de las necesidades de los clientes y del propio sector. Cambiar cuesta, pero merece mucho la pena.
Artículo publicado en la revista La Carne. Haz click aquí para suscribirte.
