De todos los editoriales que he compartido con vosotros en estos 24 años, quizás este sea el más difícil de todos para mí. Desde que me incorporé en 2001 a la antigua Fedecarne, muchas cosas han pasado y muchas experiencias he compartido con todos vosotros.
La asociación ha crecido, de apenas 10 ó 15 personas a 24 profesionales, hemos mejorado nuestros servicios, nuestra comunicación, hemos actualizado nuestra imagen corporativa, abrimos el único centro de formación de carnicería acreditado en la Comunidad de Madrid, hemos cambiado nuestro formato de asamblea, hemos puesto en valor a empresas con nuestros premios, formamos parte de una de las ferias del sector cárnico más importantes del mundo -Meat Attraction-, hemos puesto en marcha muchos proyectos, hemos defendido ante todas las administraciones y organismos públicos los derechos de nuestros profesionales, poniendo por bandera esta institución con más de 90 años de historia.
Pero Carnimad no acaba aquí. Quedan grandes cosas por hacer y la organización queda en buenas manos. Se avecinan tiempos complicados, aunque nuestros asociados siempre han demostrado una capacidad de superación y adaptación envidiable, como en aquellos tiempos tan difíciles de la pandemia o Filomena. Nuevos retos como la progresiva eliminación de los módulos, la implantación de la factura electrónica, la reducción de jornada laboral, la dificultad para atraer jóvenes talentos que garanticen el relevo generacional… retos para los que sin duda os podréis seguir apoyando en Carnimad.
Me llevo una maleta llena de experiencias, de aprendizajes, de confianza en mí misma que me habéis dado todos vosotros, de conocimiento, pero sobre todo me llevo grandes amigos que estoy segura seguiré viendo. Gracias a mi Junta directiva, empezando por Carlos Rodríguez, un presidente que no podría ser mejor para todo el sector. Emprendedor, sensato, con capacidad de discurso y gran conocedor del comercio cárnico en toda su amplitud. Al resto de miembros que siempre tuvieron una palabra amable y de ánimo en momentos difíciles.
A todos nuestros socios que, aún en los momentos más complicados, escuchasteis con respeto y amabilidad lo que os teníamos que contar, y me habéis demostrado siempre vuestro afecto. Y permitidme que por esta vez deje en último lugar, pero en un lugar privilegiado, a mi equipo, a esas personas que han estado conmigo todos estos años, que han compartido mi visión, mis locuras, que me han respetado siempre, que me han levantado cuando caía. Les voy a echar mucho de menos, pero me queda la tranquilidad de que van a estar bien, de que vais a apoyarles y ayudarles a que cada día sean aún mejores en su trabajo y, por supuesto, siempre me tendrán para lo que necesiten.
Estoy segura de que se avecinan muchas cosas buenas para Carnimad y para todos vosotros. Seguid aprendiendo, seguid evolucionando, no os conforméis y conservad siempre ese puntito de inquietud e inconformismo que es lo que nos hace crecer.
¡Gracias por todo y hasta siempre!