¿Cómo se ha vivido desde la Dirección General el Estado de Alarma? ¿Qué ha sido lo más difícil y qué actuaciones se han acometido para apoyar al comercio en esta difícil situación?
Han sido, como para todos, momentos muy duros. Todo el equipo de la Dirección General se ha implicado al máximo en un contexto que era muy complicado, desafiante e incierto, en el que se ha tenido que poner en marcha un sistema de teletrabajo de manera acelerada y para el que la Administración, sinceramente, no estaba lo suficientemente preparada. A ello se suma que una parte importante de nuestro equipo ha sufrido directamente, o en sus familiares más directos, los efectos de la enfermedad provocada por el coronavirus.
Quizá lo más difícil, en mi calidad de Directora General de Comercio y Consumo y como profesional vinculada al sector comercial desde hace más de 13 años, fue dar forma a la decisión de cerrar el comercio no esencial el día 13 de marzo. Fue una decisión tremendamente dura pero que en ese momento resultaba necesaria para evitar una mayor propagación de la enfermedad. Desde ese momento, y durante toda la vigencia del Estado de Alarma, hemos mantenido un contacto constante y estrecho con el sector, a través de sus organizaciones representativas, tratando de ofrecer apoyo y certidumbre. Se ha realizado una intensa labor de asesoramiento e información, tanto a los empresarios del sector como a las asociaciones, así como a ciudadanos y consumidores, dando respuesta a más de 3000 consultas específicamente vinculadas a la situación generada por la pandemia. También se han ido elaborando y actualizando guías informativas, tanto para el comercio como para los consumidores, incorporando con la mayor agilidad la información de los sucesivos Reales Decretos Leyes aprobados por el Gobierno de la Nación durante el estado de alarma y la transición a la denominada “nueva normalidad”. Y, por supuesto, hemos seguido trabajando en la puesta a disposición del sector y sus asociaciones de instrumentos de promoción y apoyo que pudieran contribuir a paliar, en parte, los efectos de esta dificilísima situación.
¿Cómo ha percibido la labor del comercio especializado de la carne durante el confinamiento? ¿Qué destacaría de la labor de nuestros comerciantes durante este tiempo?
El comercio especializado de productos cárnicos ha sido un sector esencial y estratégico, que ha contribuido a garantizar el abastecimiento de la población con un comportamiento absolutamente ejemplar que todos debemos agradecer. En los momentos más duros, mientras la mayoría de los ciudadanos estaban obligados a quedarse en casa, nuestros carniceros y charcuteros levantaban cada día la persiana de sus negocios, ponían a disposición de sus clientes nuevos canales de venta a través del teléfono, WhatsApp, correo electrónico o tienda online, hacían reparto a domicilio y aseguraban que todos pudiéramos tener acceso a sus productos, demostrando un compromiso con la sociedad que no debe olvidarse nunca.
¿A partir de ahora en qué deben enfocarse nuestros comerciantes? ¿Cómo deben hacer frente al post-covid y a la posibilidad de que se produzca un rebrote?
Desgraciadamente, como estamos viendo en estas últimas semanas, el virus no ha desaparecido, ni la situación provocada por la pandemia puede darse por concluida. Por ello, cada uno de nosotros tiene que seguir siendo responsable y contribuir, respetando las medidas de seguridad e higiene establecidas, a que el ritmo de contagios pueda ir ralentizándose. Nuestros comerciantes deben enfocarse, como ya lo están haciendo, en ofrecer a sus clientes ese entorno de seguridad y confianza y seguir avanzando en ofrecer sus servicios desde una óptica de omnicanalidad. Estoy plenamente convencida de que, a pesar de las dificultades que puedan surgir, nuestros carniceros y charcuteros seguirán siendo un ejemplo de adaptación, compromiso y resiliencia.
El universo digital ha vivido un gran impulso en nuestro sector, según nuestros datos…
Como decía anteriormente, se ha producido una incorporación de parte del pequeño comercio a nuevas fórmulas de venta, ya sea a través del entorno online, teléfono o incluso redes sociales como Instagram, que han permitido conectar de forma muy directa a nuestros comerciantes con sus clientes habituales y también abrir su abanico a otros consumidores potenciales. Otra parte de nuestro sector comercial, que ya había avanzado en ese proceso de trasformación digital, ha visto cómo la convivencia entre la tienda física y la tienda online les ha permitido sortear esta situación de una mejor manera.
Los jóvenes han vuelto, durante el confinamiento, a las tiendas de barrio, al comercio de proximidad. ¿Cree que ha sido esto algo puntual o un cambio en los hábitos de compra que puede mantenerse?
Antes de la pandemia ya existía una cierta tendencia a la vuelta al comercio de proximidad entre la población más joven, tendencia que sin duda se ha consolidado durante el confinamiento en el que todos hemos buscado la cercanía de nuestros comercios tradicionales y tiendas de barrio. A ello se suma la vinculación afectiva que los ciudadanos hemos desarrollado hacia nuestras tiendas de siempre, que han estado a nuestro lado en los momentos más difíciles.
Por ello, creo que la apuesta por el comercio de proximidad puede mantenerse en el futuro, provocando un cambio de hábitos de compra y consumo que, sin duda, el pequeño comercio debe aprovechar. Precisamente, en un reciente estudio elaborado por GlobalWeIndex se señala que los jóvenes de la llamada “Generación Z”, que son aquellos que ahora tienen entre 16 y 21 años, son propensos a acudir a las tiendas a comprar productos. Y es que a pesar de que los más jóvenes son la generación más conectada, el 69% de los encuestados prefieren acudir a la tienda física, mientras que el 61% de los “millennials”, de entre 22 y 35 año, se decanta más por el comercio online.
¿Qué actuaciones está acometiendo la Dirección General o va a acometer para hacer frente a esta nueva etapa y apoyar al comercio de proximidad?
Todas las acciones que lleva a cabo la Dirección General de Comercio y Consumo, respecto al sector comercial, tienen precisamente como objetivo prioritario al comercio de cercanía, al comercio local, al pequeño comercio de nuestras ciudades y pueblos. No solo se ha puesto a disposición del sector ayudas a pequeñas y medianas empresas para modernizar sus establecimientos, invertir en equipamiento o favorecer procesos de digitalización e incorporación de tecnologías, sino que se ha apoyado también a las asociaciones de comerciantes y a los Ayuntamientos de la región para que lleven a cabo acciones de promoción y dinamización comercial que contribuyan a incentivar el consumo y las ventas. También con ese objetivo, en el mes de julio se puso en marcha la campaña publicitaria “Madrid, mil y una compras”, que, a través de un ambicioso plan de medios en radio y prensa digital, animaba a los ciudadanos a reencontrarse con la plural oferta comercial de nuestra Comunidad. En estos momentos, además, estamos trabajando en líneas específicas de apoyo a pymes comerciales y artesanas, así como a comerciantes ambulantes, que contribuyan a paliar los efectos de la crisis sanitaria. Asimismo, tenemos intención de seguir respaldando la importantísima labor que realizan las asociaciones, apoyándolas en sus procesos de digitalización.
