Ana, hoy en día, con todas las corrientes anticarne que existen, lo difícil es encontrar a alguien con tu punto de vista y tu grata experiencia en alimentación carnívora. ¿Qué piensas de esta tendencia a la baja en el consumo de carne? ¿A qué se debe, por qué se está extendiendo tan rápidamente y por qué está calando tanto en el consumidor?
Los medios de comunicación llevan años bombardeándonos con propaganda anticarne, que está basada en estudios epidemiológicos que no prueban absolutamente nada. La carne no causa ni cáncer, ni aterosclerosis, pero nos lo han repetido tanto, que al final mucha gente se lo acaba creyendo, reduciendo o eliminando la carne de su dieta, y empeorando su salud. Fui vegetariana y después vegana durante nueve años y sé de lo que hablo.
También hay que tener en cuenta que los productos de origen vegetal, o “plant-based”, como los llaman ahora, son mucho más baratos de producir, tienen un mayor margen para los productores, y en muchos casos como los cereales o leches vegetales pueden aguantar meses o años en la estantería de un supermercado sin estropearse, mientras que la carne es un alimento perecedero… En resumen, producir y vender carne, sobre todo si es de buena calidad, es mucho más costoso que alimentar a la población mundial a base de cereales, y que la gente lleve una dieta a base de cereales es mucho más lucrativo tanto para la industria alimentaria como para la industria médica, ya que muchas enfermedades modernas son el resultado de una dieta deficiente en nutrientes y basada en carbohidratos.
Eres especialista en alimentación carnívora… cuéntanos, cómo llegas a conocer este estilo de alimentación y en qué se basa este exactamente.
Aunque suene raro, la descubrí por casualidad, autoexperimentando. Estuve muchos años tomando una medicación que no necesitaba por un mal diagnóstico médico, y al dejarla mi intestino estaba en un estado deplorable y empecé a reaccionar a todos los alimentos de origen vegetal… Así que experimentando y eliminando alimentos de mi dieta fue como llegué a ella. Mi mejoría fue espectacular, prácticamente de la noche a la mañana me encontraba bien y sin síntomas. Eso sí, quiero aclarar que algunas personas tardan más en adaptarse a un abordaje carnívoro y en ver resultados.
Algunos de los beneficios que tiene es que es muy densa en nutrientes, y además eliminas todos los posibles antinutrientes de las plantas que podrían estar inflamando tu intestino. En algunas personas, el grado de permeabilidad intestinal y disbiosis es tan alto que no toleran ningún alimento vegetal, por muy “antinflamatorio” que sea.
En mi libro “Los Oxalatos – El Lado Oscuro de Los Vegetales”, hablo de cómo algunos alimentos supuestamente sanísimos, como las espinacas o los frutos secos, pueden perjudicar a tu salud a muchos niveles. Obviamente, lo ideal a medio y largo plazo es reparar esa permeabilidad intestinal y poder volver a comer otros alimentos de calidad y sin procesar, porque si solo toleras comer carne sigues teniendo un problema a nivel intestinal.
Desde hace unos años trabajas ayudando a personas con problemas de salud a tratarse a través de un abordaje carnívoro. ¿Cuál es el perfil medio de tus pacientes y cuáles son los problemas de salud más frecuentes que te encuentras en tu consulta?
Realmente no uso solo abordaje carnívoro en mi consulta, siempre lo adapto a mis pacientes y sus necesidades. Muchos de mis pacientes también consumen verduras, pero siempre hacemos énfasis en que los alimentos de origen animal sean la parte más importante de su alimentación.
Lo más habitual en mi consulta son personas con problemas digestivos como SIBO, cándida, parásitos, h. pylori, también veo muchos problemas hormonales, intolerancias alimentarias y enfermedades autoinmunes. Muchas veces estos problemas son evitables y han sido causados por medicaciones y malos diagnósticos. También suelen venir muchas mujeres con dolor menstrual, que es algo muy común y que por desgracia no debería estar tan normalizado. El dolor menstrual no es normal, es una señal de que algo no va bien. Yo viví con dolor incapacitante casi dos décadas y es algo que no deseo a nadie.
También hablas de “salud ancestral”, un término muy llamativo y poco conocido, al menos en España. ¿En qué consiste?
La salud ancestral es un término que engloba muchas cosas, pero básicamente consiste en alejarnos del mundo moderno y la tecnología en la medida de lo posible y volver a lo ancestral para alcanzar una salud plena: exposición solar diaria sin protección, grounding, evitar la luz azul, evitar productos tóxicos, utilizar remedios y hierbas tradicionales, comer carne de pasto, reducir la exposición a ondas electromagnéticas…
En tu web comentas que eres defensora de los alimentos de origen orgánico, de cercanía y preparados de manera tradicional. Justamente nuestro colectivo, el comercio especializado de proximidad de carne y derivados, se diferencia con muchos ejemplos de profesionales que ofrecen productos de calidad, cuidadosamente seleccionados, de ganaderías -en muchos casos-cercanas y respetuosas con el medio ambiente, y que se diferencian por la elaboración artesanal de sello único y recetas tradicionales, que en muchos casos han pasado de generación en generación. ¿Eres consumidora de este tipo de comercios? ¿Por qué crees que, pese a defender unos valores muy buscados hoy en día, estos comercios se encuentran en crisis y el nuevo consumidor cada vez se acerca menos a ellos, eligiendo comprar carne envasada y troceada en los lineales de supermercados?
Sí, suelo intentar comprar en pequeños comercios. Creo que en parte se encuentran en crisis porque la gente prefiere comodidad y los horarios amplios de las grandes superficies, y también es más fácil comprar todo lo que necesitas en un supermercado que ir de tienda en tienda. Hace falta concienciar más al consumidor sobre la calidad y la procedencia de lo que comen.
Hemos visto que colaboras con varias marcas de producto, entre ellas con un asociado nuestro, somosomnivoro.com. ¿A qué se debe esta colaboración y qué destacarías del producto que comercializan?
Me gusta Omnívoro porque producen carne de vacuno 100% de pasto y ecológica, como debería ser toda la carne. Trabajo con muchas personas que solo toleran comer carne de pasto, y yo también estuve en ese punto en su día. Eso me dio mucho que pensar… ¿Con qué tipo de piensos alimentan a algunos animales que incluso las personas reaccionamos a lo que ellos comen? De ahí que me importe tanto la calidad de la carne que como y lo que comen esos animales. No solo es mejor para ti, sino también para el bienestar de los animales y del planeta.
Artículo publicado en la revista La Carne. Haz click aquí para suscribirte.