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La salsa de tu salud y tus carnes

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Cuidando los ingredientes con los que elaboramos nuestras salsas podemos reducir a la mitad las calorías de éstas.

Entendemos por salsa aquella mezcla de distintos ingredientes que tiene como objetivo acompañar a un plato o alimento o aderezarlo para mejorar su sabor, complementarlo o contrastarlo.

Existe una extensa variedad de salsas para acompañar distintos platos, carnes, pescados, pasta, ensaladas, pero todas las salsas sin excepción coinciden en algo: su mala fama. Siempre que pensamos en salsas inevitablemente surgen pensamientos relacionados con lo que engordan, las calorías que tienen, pero al mismo tiempo cuesta resistirse a no repetir o mojar sopas en ellas.

Afortunadamente, la mayoría de carnes y derivados son lo suficientemente sabrosos como para que podamos cocinarlos y degustarlos sin necesidad de incorporar salsas a su composición, pero para aquellas ocasiones especiales en las que queremos completar nuestra mesa o darnos un capricho, no tenemos por qué renunciar a la salsa, si sabemos elegir los ingredientes y sobre todo si una vez más utilizamos el sentido común en las raciones, podemos darnos un homenaje con una buena salsa que va a realzar el sabor de nuestro plato sin duda.

SIN PASARNOS CON LAS CALORÍAS

Vamos a ver a continuación cómo es posible elaborar salsas que podemos servir con nuestros platos, disfrutando de todo el sabor y sin pasarnos en las calorías. Siempre podemos elegir elaborar nosotros nuestras propias salsas en casa, de esta forma reduciremos el uso de aditivos y podemos controlar las cantidades que añadimos de cada ingrediente, controlando sobre todo la sal y los azúcares que suelen abundar en algunas salsas de elaboración industrial, incluso pode mos hacer uso de nuestra creatividad probando variaciones sobre la salsa original.

Entre las salsas más conocidas por todos que suelen acompañar a las carnes destacan la salsa al oporto, a la pimienta, al cabrales…, que suelen llevar nata en su composición, lo que incrementa las calorías, pero sin duda existen otras muchas que podemos utilizar sin que se resienta nuestro peso.

VERSIONES DE SALSAS BAJAS EN CALORÍAS

La cocina nos ofrece múltiples formas de elaborar versiones de las salsas que pueden acompañar a nuestros platos sin sumar calorías en exceso, a continuación vamos a dar algunas ideas para conseguirlo.

  • En la mayonesa, podemos reducir en la receta la cantidad de aceite de oliva, sustituyéndolo por queso fresco o requesón desnatado (0%), y añadiendo tan sólo 1 cucharada de aceite.
  • La nata que generalmente acompaña a las salsas para la carne, se puede sustituir por leche desnatada, y añadir una cucharadita de harina para espesar. También podemos utilizar queso bajo en calorías o desnatado para elaborar nuestras salsas.
  • Podemos hacer una deliciosa salsa de setas para acompañar la carne, rehogando las setas con unos ajos picados y añadiendo un poco de leche y queso desnatado. Veamos la reducción de calorías de una salsa a otra: Si nos fijamos, cuidando los ingredientes podemos reducir a la mitad las calorías de nuestras salsas, esto en 100g si tenemos en cuenta que nadie se toma esa cantidad de salsa, el aporte a nuestro plato puede ser mucho menor. En una ración de unas tres cucharadas de salsa (30g. aprox) hablamos de aportar 257 Kcal o 122Kcal, ¿qué eliges?
  • Otra salsa perfecta para acompañar carnes es la salsa de verduras, en la que podemos saltear distintas verduras al gusto, y añadir una cucharadita de harina de maíz para espesar, una forma diferente de comer verdura.
  • La salsa de alcachofas es también excelente para las carnes a la plancha, se rehoga la cebolla en un poquito de aceite y se añaden las alcachofas cocidas con un poquito de leche desnatada y una cucharadita de harina para espesar. Las alcachofas son un buen depurativo para el hígado y aportan tan sólo 44Kcal por 100gr.
  • La salsa de curry con canela, para los amantes del curry, es una salsa sencilla que combina muy bien con las carnes de ave. Para elaborarla sofreímos cebolla en una cucharada de aceite y añadimos canela, el curry y un poquito de agua al gusto, también se puede sustituir el agua por un caldo de verduras o de ave ligero. Batimos bien y ya tenemos una salsa sabrosa y con pocas calorías. Por otra parte tanto el curry como la canela, tienen un efecto termogénico es decir incrementan nuestro metabolismo.

Las salsas a base de frutas también combinan perfectamente con las carnes y aportan pocas calorías, destacan la salsa de albahaca y naranja en la que rehogamos unos ajos en un poquito de aceite, añadimos el zumo de naranja y la albahaca, sal y pimienta, esta salsa es perfecta para carnes a la parrilla y la salsa de manzana reineta, para carnes de ave o de cerdo, para elaborarla cocemos las manzanas como para compota con una ramita de canela, una nuez de mantequilla y poco agua o bien caldo de ave o de verdura, una vez cocidas se pasan por el pasapuré para que la salsa quede trabadita y lista para acompañar.

Como hemos visto, podemos darnos el capricho de acompañar nuestras carnes en ocasiones especiales, con salsas especiales sin temor a incrementar nuestra cuenta de calorías, eso sí consumidas con mesura siempre. En todo caso, mejor servir la salsa aparte que mezclada con la carne, de esta forma podemos elegir la cantidad que nos ponemos. Y de nuevo como siempre, una mención al sentido común y al equilibrio en nuestra dieta para poder seguir disfrutando de «la salsa de la vida».

Categorías: Gastronomía, Noticias
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