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La vuelta de vacaciones y el exceso de equipaje

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La vuelta a la rutina nos hace caer en la cuenta de que hemos vuelto con algún kilo de más y empezamos a preocuparnos por el siguiente objetivo: perder ese peso antes de Navidades.

Tanto preocuparnos con la “operación bikini” y estar estupendos y cuando llegamos a la playa empezamos a desfasar, preocupándonos de nuevo de entrar en el pantalón cuando vemos acercarse el fin del periodo vacaciones. Es entonces cuando comienza la “operación post-bikini”. Y es que las merecidas vacaciones suponen un tiempo de relajación para hacer todas aquellas cosas que la falta de tiempo libre nos impide hacer en nuestra rutina diaria, entre ellas el comer con amigos, salir más y hacer más comidas fuera de casa, aumentando también en algunos casos el consumo de alcohol y cambiando nuestros hábitos en un breve período de tiempo como son las vacaciones.

Todo esto unido a que en algunos casos nos volvemos más sedentarios y disfrutamos más del descanso, siestas incluidas, pueden llevarnos a que volvamos de nuestras vacaciones con un exceso de equipaje y no me refiero únicamente a las maletas…

La vuelta a la rutina nos hace caer en la cuenta de que hemos vuelto con algún kilo de más y empezamos a preocuparnos por el siguiente objetivo: perder ese peso antes de Navidades, situación que nos lleva a emprender nuevamente una dieta en algunos casos demasiado drástica que no es sino un remedio paliativo que no consigue realmente ni mejorar ni crear unos hábitos duraderos y saludables.

Algunas de estas dietas excluyen o incluyen en exceso determinados alimentos entre los que se suelen encontrar, entre otros, las carnes y derivados, provocando serios desequilibrios en nuestra alimentación, ya sea por exceso o por defecto.

Para que los buenos propósitos de la vuelta al cole no nos pasen factura, es importante seguir una alimentación equilibrada en la que todos los grupos de alimentos tienen su importancia, incluidas las carnes y derivados. No es necesario eliminar estos productos de nuestra dieta, simplemente siguiendo unas recomendaciones básicas podemos ponernos en forma nuevamente para poder entrar, en esta ocasión, en la ropa de invierno:

ELIGE CARNES MAGRAS

Debemos decidirnos por las carnes más magras como las de aves o conejo, pero no sólo tenemos que limitarnos a comer siempre pollo o pavo a la plancha, también podemos escoger piezas magras de ternera o cerdo, carnes con un alto contenido en proteína y en hierro y otros minerales y vitaminas esenciales para nuestra salud.

CONTROLA EN EL TAMAÑO DE LAS RACIONES Y SU FRECUENCIA DE CONSUMO

Es importante controlar el tamaño de las raciones y la frecuencia de consumo, limitando en este caso la porción a unos 125g de carne por persona y unas 2 veces por semana incluyendo todo tipo de carnes en esta frecuencia.

CUIDA LA FORMA DE COCINADO

Fundamental la elección de la forma de cocinado, preferiblemente aquellas que aporten menos grasa al plato elegido: plancha, horno, salteado, cualquiera en la que no tengamos que utilizar mucho aceite en su preparación. El aceite deberíamos restringirlo a unas 3 cucharadas diarias (30g/día).

LAS GUARNICIONES IMPORTAN

Tienen gran importancia también en nuestro plan “renove” las guarniciones elegidas para acompañar nuestras carnes, preferiblemente deberían ser verduras a la plancha, hervidas al vapor o en wok, patatas hervidas o asadas mejor que patatas fritas.

PLATOS ÚNICOS

Los platos únicos con base de carne o derivados también pueden ser una elección saludable y completa por ejemplo para nuestras comidas o cenas. Una ensalada de pasta o lechugas variadas, espinacas, con pepino, tomate, zanahoria, combinada con embutidos (lomo, jamón cocido, jamón curado, fiambre de pavo) o con pollo a la plancha, o con queso fresco es un plato único estupendo para una comida o una cena siempre controlando la ración de embutidos por supuesto, que en este caso no debería superar los 30-40g por ensalada (el equivalente a 3-4 lonchas).

¿QUÉ PODEMOS ELIMINAR?

Si tenemos que recomendar la eliminación de algún alimento de nuestro plan, éstos deberían ser los azúcares refinados, la bollería y los dulces, pero no las carnes y derivados que consumidos con moderación dentro de una alimentación como es la dieta mediterránea, aportan las proteínas, vitaminas y minerales necesarios junto con otros grupos de alimentos, a mantener nuestra salud.

Si lo importante de crear un hábito, según los expertos, consiste en mantener la disciplina de esta rutina al menos 21 días de forma continuada sin altibajos, ¿cómo es posible que no seamos capaces de conseguirlo?

Si nos ponemos un objetivo para cambiar nuestros hábitos incluyendo actividad física en nuestra rutina diaria y llevando una alimentación equilibrada con todo tipo de alimentos (cereales, verduras, frutas, hortalizas, carnes, pescados, huevos…) no necesitaremos seguir demonizando a determinados grupos de alimentos y trasladando responsabilidades donde no corresponde. Asumamos el reto y tomemos las riendas de nuestra vida y de nuestra salud, si empezamos ahora los cambios en nuestra alimentación los notaremos de forma inmediata y duradera, y ante cualquier dificultad no dudemos en ponernos en manos de un profesional cualificado que nos ayudará con la formación y experiencia necesaria, a conseguir nuestro objetivo.

Categorías: Gastronomía, Noticias, Nutrición
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