Esta ley establece la obligación de indicar el país de origen para las carnes frescas, refrigeradas o congeladas de ovejas, cabras, cerdos y aves de corral.
Las reglas requieren que la etiqueta indique en qué país fue «criado» y «sacrificado»
Si los animales nacieron, fueron criados y sacrificados en el mismo país, la etiqueta sólo puede indicar el país de origen.
Estas normas son de gran utilidad para los consumidores, porque podrán conocer de donde proviene la carne que compran