Higiene y limpieza
Si antes la limpieza de la parrilla era importante para que no quedaran olores y sabores de alimentos previamente cocinados, ahora se ha convertido en un asunto de máxima prioridad. Como todos los elementos que se usan para cocinar, especialmente cuando es para un grupo, la desinfección previa y posterior es clave.
Mejor un responsable que dos
Para minimizar el número de personas que tocan los útiles de cocinar es mejor designar un adulto responsable que se encargue del proceso.
Apoya la economía nacional
Es el momento perfecto para fijarse en el origen nacional y local de lo comprado para consumir. Mejor comprar lechal, cordero y cabrito de origen nacional, por apoyar nuestra economía, por cuidar y preservar nuestros campos y por muchas razones más. En nuestras carnicerías de proximidad encontrarás estos productos.
Encendido sin olores
¿Leña o carbón vegetal? Lo más fácil y rápido es utilizar carbón vegetal, pero si disponemos de leña, lo mejor es hacerlo con madera dura y seca tipo encina.
Utiliza para encender la barbacoa piñas o ramas secas. Las pastillas de encendido dejan cierto sabor a químico. No queremos que nada ni nadie nos estropee nuestro día.
Controla el desperdicio alimentario
Planifica bien tu barbacoa para que no sobre ni falte carne. Si el cordero lleva hueso, serán necesarios unos 500 gramos por adulto y unos 250 gramos por niño. ¡Nadie se quedará con hambre!
Las brasas perfectas
La llama tiene que desaparecer casi por completo y el calor debe repartirse de forma uniforme por toda la superficie. El momento justo para colocar la carne es cuando el carbón o la leña presentan ese tono rojizo característico que tanto nos gusta.
La sal, una gran alidada
Si en algún momento se avivan las llamas, el mejor truco para acabar con ellas es echar sal.
Temperatura adecuada
La carne debe estar atemperada antes de colocarla en la parrilla. ¡Ni se te ocurra pasarla directamente de la nevera al fuego! Sácala, al menos, una hora antes para que no se pegue.
5 + 5
Si el fuego es el adecuado, basta con hacer las chuletas de cordero cinco minutos por cada lado para que queden crujientes, a una altura de unos cinco centímetros de las brasas.
No marees
Para que el cordero quede jugoso, es importante no marearlo. No se debe dar la vuelta a las piezas hasta que no estén cocinadas por completo por un lado.