El llamado consumo “on the go” está colándose en nuestros estilos de vida, pudiendo definirse de una manera general y simple como productos innovadores y fáciles de consumir para estilos de vida “acelerados”.
Nuestros hábitos de vida actuales nos están imponiendo nuevas formas de alimentación. Nos encontramos ahogados diariamente por unos timing extenuantes impuestos por el trabajo, la casa, la familia, etc. Cada minuto y cada segundo cuenta y necesitamos explotar al máximo nuestros tiempos e incorporar a nuestras vidas soluciones que nos ayuden a sobrellevar este aceleramiento con el menor impacto posible en nuestra salud y rutinas.
Actualmente está surgiendo, entre las demandas del mercado, la tendencia “on the go”, que podemos definir como una forma de alimentarse sobre la marcha. Es un tipo de alimentación que nos permite consumir en cualquier lugar y momento con productos concebidos para ser consumidor sin tener mucho tiempo y de fácil manejo.
En el informe “El consumidor fuera de casa”, publicado por Kantar Worldpanel ha señalado que los españoles gastamos en consumir bebidas y snakcs fuera de casa, una media de 475€, frente a los 208 € destinados a la misma partida para consumo en nuestros hogares. Este dato no hace nada más que ilustrar una realidad que vemos en cada esquina de nuestra ciudad, donde pequeños corners, tiendas y máquinas de vending presentan unas ofertas cada vez más variadas.
Este consumo está en aumento y para este nuevo nicho de walkingeating o “andadores-comedores” obligados a comer fuera de casa y que apenas sí tienen tiempo para sentarse a comer tranquilamente, las comidas pequeñas, un snack o sándwich que puedan comer incluso caminando, son una excelente solución, suponiendo esta tendencia una oportunidad de negocio para la charcutería.
¿Cómo podemos actuar? ¿Qué estrategia seguir?
A un nivel marketiniano podemos aprovecharnos y pulsar el botón de la culpabilidad. El consumidor es consciente de que este estilo de vida no es saludable. A nadie se le ocurre pensar que comer en cinco minutos, mientras se camina por la calle, respondiendo a una llamada telefónica, supone calidad de vida.
Este consumidor está normalmente dispuesto a pagar más por alimentos que les hagan sentir mejor. Aunque busquen productos que les permitan esa flexibilidad y facilidad de transporte, desean calidad y valoran muchísimo la creatividad. Y esto representa para la charcutería y también para la carnicería un reto y una importante oportunidad de negocio.
Podemos ofertar productos de gran calidad, variedad, creativos y fáciles de consumir. Tenemos la suerte de disponer de unos establecimientos y negocios que no pueden ser más ideales para responder a este tipo de tendencia y nueva demanda.
¿Llega el verano? Bocadillos para la piscina, para la playa, un bol con distintos tipos de queso, pequeños snack, pinchitos de embutidos variados. ¿Para el partido de fútbol? Un pack que incluya sándwich más refresco y bebida. ¿Oficina? Desayunos con jamón y tomate, aperitivos variados a mediodía….
¿Para los niños? Snacks y sándwiches variados con distintos tipos de panes a base de jamón, chorizo, etc, queso de untar con acompañados de palitos de pan…
