Llevas años probando todo tipo de cartas en restaurantes ubicados por toda la geografía española. ¿Crees que se está produciendo una evolución en la gastronomía navideña o aún predominan los platos tradicionales?
Creo que después de muchos años en los que la gastronomía no dejaba de intentar sorprender, innovar y llenarse de artificios, hemos vuelto a la cocina de toda la vida. Cada vez me encuentro con más restaurantes que homenajean las antiguas tabernas o casas de comida, donde las tapas más clásicas o los platos de cuchara más tradicionales son los absolutos protagonistas. En definitiva, lugares que prestan especial atención al producto y dejan un poco de lado las florituras. Con la propuesta navideña ocurre lo mismo. Después de años llenos de sofisticación intencionada, creo que es un momento de vuelta al origen y de regresar a las recetas más tradicionales, esas que hemos tomado toda la vida en nuestras casas. La auténtica cocina de abuela, que es mi favorita.
¿Cuál sería tu menú ideal para una cena de Nochebuena y qué producto cárnico podría ocupar un lugar en ese menú?
No puede faltar buen embutido y buen pan para un aperitivo largo y sin prisa. La Navidad para mí es sinónimo también de sopa de marisco, algo que no suelo tomar durante el resto del año. Como plato principal un redondo de cerdo al horno relleno de cebolla, pimientos asados y bacon estaría estupendo. Para los postres no pueden faltar el turrón, las peladillas o las almendras rellenas. Aunque he de confesar que cada vez pienso más en la idea de preparar huevos fritos con patatas el día de Nochebuena y desmarcarme de tanto ceremonial.
Tienes predilección por los detalles que rodean la experiencia de la comida (la vajilla, la decoración del local, la estética del emplatado…). ¿Alguna recomendación o sugerencia original para sorprender a nuestros comensales en Navidad?
Creo que la Navidad es una de las pocas fechas del año en las que prestamos especial atención a la mesa. Tan importante es el contenido del menú como el continente, el lugar en el que lo servimos. Cuidar los detalles forma parte
de este ritual que suponen las fechas navideñas. Es momento de sacar esa vajilla que no utilizas habitualmente o de colocar sobre la mesa esas servilletas de Damasco francés que guardas en el cajón durante el resto del año. Me encanta también el mundo de las velas y los arreglos florales, en noches tan especiales existen millones de posibilidades.
Dada tu profesión de periodista, ¿también te gusta indagar, por ejemplo, en el origen de los productos que degustas?
Por supuesto. No sólo en la procedencia de los productos, sino también en la historia de las personas que hacen posible que esos productos lleguen a la mesa. Me interesa mucho el papel de los agricultores o los ganaderos. Siempre digo que poner en marcha @quenomeladenconqueso me ha dado muchas alegrías, pero creo que lo que más valoro es la cantidad de personas con proyectos interesantes que me he ido encontrando por el camino.
En tus rutas gastronómicas habrás conocido todo tipo de locales especializados en carne y sus derivados. ¿Recuerdas alguno que te llamara especialmente la atención?
En Madrid tengo varios favoritos. Siempre vuelvo a ‘Rubaiyat’, su terraza en verano es una delicia. Disfruté mucho de la carne en el restaurante ‘Raza Madrid’ de la calle Barquillo, un espacio con un ambiente íntimo y repleto de velas. Lo mismo ocurre con ‘Charrúa’ en el barrio de Las Salesas y con una de las últimas aperturas, el restaurante de moda ‘Los 33’. Cuando viajo a Ponferrada, la ciudad donde nací, intento visitar ‘La Casa del Botillo’, allí las carnes son uno de sus platos fuertes.
Artículo publicado en la revista La Carne. Haz click aquí para suscribirte.
