Este era el eslogan de una campaña informativa de hace unos años para dar a conocer a los consumidores la Indicación Geográfica Protegida (IGP) en las carnes frescas y describe muy bien la esencia de calidad y tradición de los productos respaldados por este distintivo.
La riqueza y variedad de los productos tradicionales en nuestro país resulta uno de nuestros tesoros más valiosos y uno de los signos de identidad de nuestra cultura, es por ello que no podemos desperdiciar este valor que se puede convertir en una pieza clave para el futuro del medio rural y del sector agroalimentario.
Como consumidores demandamos que un alimento no ponga en riesgo nuestra salud, pero una vez que esto está superado los consumidores queremos más y buscamos una calidad diferenciada en nuestros alimentos, de modo que los productos respaldados por marcas de calidad diferenciada (DOP/IGP/ETG) han de cumplir unos requisitos superiores a los que se puedan exigir al resto de productos puestos en el mercado.
España cuenta con un total de 17 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) en Carnes Frescas de vacuno, cordero y pollo.
Una carne respaldada por una Indicación Geográfica Protegida (IGP) se caracteriza por ser originaria de un lugar determinado, una región o un país y poseer una cualidad, reputación u otra característica atribuible a su origen geográfico y al menos una de sus fases de producción, transformación o elaboración tiene lugar en la zona geográfica definida a diferencia de un producto respaldado por una Denominación de Origen Protegida (DOP) en el que todas las fases (producción, transformación y elaboración) del producto se realizan en la misma zona geográfica. Por tanto un producto con DOP tiene un vínculo más estricto con el origen que uno con IGP.
¿Qué consecuencias tiene el registro de una carne fresca como IGP?
Una vez que una carne fresca es inscrita en el registro comunitario está protegida frente a:
- Cualquier uso comercial directo o indirecto de un nombre registrado en productos no amparados por el registro, cuando dichos productos sean comparables a los productos registrados con ese nombre o cuando el uso del nombre se aproveche de la reputación del nombre protegido, incluso cuando esos productos se utilicen como ingredientes.
- Cualquier uso indebido, imitación o evocación, incluso si se indica el verdadero origen de los productos o servicios o si el nombre protegido se traduce o se acompaña una expresiones tales como “estilo”, “tipo”, “método”, “producido como en”, “imitación” o expresiones similares; incluso cuando esos productos se utilicen como ingredientes.
- Cualquier otro tipo de indicación falsa o falaz en cuanto a la procedencia, el origen, la naturaleza o las características esenciales de los productos, que se emplee en el envase o en el embalaje, en la publicidad o en los documentos relativos a los productos de que se trate, así como la utilización de envases que por sus características puedan crear una impresión errónea acerca de su origen.
- Cualquier otra práctica que pueda inducir a error al consumidor sobre el auténtico origen del producto.
¿Quién puede hacer referencia al nombre de una IGP en el etiquetado, publicidad u otros documentos?
Únicamente aquellos establecimientos que comercialicen productos conformes al pliego de condiciones que le sea aplicable podrá hacer utilizar los nombres, símbolos y menciones asociadas a la IGP previa autorización del consejo regulador correspondiente.
IGPs carne fresca en cifras
Las carnes frescas con Indicación Geográfica Protegida (IGP) facturaron el 2014 (últimos datos disponibles) 202 millones de euros solo superadas por los quesos DO que facturaron 230 millones.
Dentro de la carne fresca de vacuno, la mayor producción se registra con la IGP Ternera Gallega con un 58% sobre el total de la producción nacional de carne fresca de vacuno de calidad diferenciada, seguida por la IGP Ternera Asturiana con un 17% sobre el total.
En relación carnes frescas de otras especies, la mayor producción nacional la lidera el Ternasco de Aragón con un 33%, seguida de cerca por el Lechazo de Castilla y León con un 32% y del Cordero de Extremadura con un 22% sobre el total de carne fresca de calidad diferenciada distinta de vacuno producida a nivel nacional.
Nuestras carnes frescas amparadas por IGP se comercializan principalmente en Italia y Francia (Cordero Extremadura) y Portugal (Ternera Gallega).
