Hola Elena. Háblanos de vuestros productos…
Actualmente ofertamos carne de pollo, gallina, pavo, pularda y capón ecológico certificado, así como todos sus despieces. También elaboramos hamburguesas y salchichas frescas y cocidas. Los productos se presentan en diversos formatos, tanto para comercio como para hostelería, e incluso disponemos de una tienda online a través de la cual los consumidores pueden hacer sus pedidos directamente a domicilio.
Explícanos más a fondo cómo es el proceso de cría de vuestras aves para que estas sean felices, como decís en vuestra web.
Nuestros productos son ecológicos certificados, con ello se garantiza que no contienen residuos químicos y que han seguido un método de producción respetuoso con su bienestar y con el medio ambiente.
Son criados en libertad. Nuestras aves disfrutan de amplios espacios rodeados por un mar de pinares donde poder pasear al aire libre. Estos espacios están pensados para albergar un ave cada 4m², con rotación para preservar su cubierta vegetal. Cuentan con cama de paja limpia, calefacción en invierno y frescas sombras en verano, y por supuesto con un acceso muy fácil a comederos y bebederos.
Reciben únicamente alimentación ecológica certificada, con una dieta balanceada, que garantiza un crecimiento lento. Sin medicamentos. Ponemos especial atención a su inmunidad y alimentación, incluimos un ambiente lleno de probióticos.
Además, se trata de razas de crecimiento lento. Más allá de los 40 días de vida de un pollo industrial común, los pollos ecológicos han de superar los 81 días de vida. En Ecosancho, vamos más allá, y esperamos a que hayan pasado más de 110 días. Así obtenemos una carne deliciosa y diferente a la que puedas encontrar habitualmente.
O sea, que los resultados son notorios…
Sí. El respeto a los ritmos biológicos del animal, la calidad de la alimentación y el cuidado en el manejo son claves en el resultado final. Conseguimos un producto de gran calidad, con el sabor y textura óptimos.
Os describís como “una familia que nada a contracorriente para rescatar los productos artesanos que se están perdiendo, los de toda la vida”, y eso es precisamente lo que hacen los profesionales de nuestro sector, apostar por la tradición, ofreciendo en sus establecimientos propuestas artesanales. Cuéntanos, ¿cómo y por qué decidisteis enfocaros hacia este tipo de producto?
Por un lado, no nos podemos permitir luchar contra grandes empresas que producen de modo industrial. La competencia con ellos no nos hubiera permitido prosperar.
Por otro lado, siempre hemos creado un producto en el que creemos y que a nosotros nos gustaría consumir. Un pollo de calidad, criado del mismo modo que lo hacían nuestros antepasados, siguiendo una forma de trabajo continuista y respetuosa, pero adaptándonos a los nuevos tiempos.
Desde el principio hemos apostado por la cría de animales de forma sostenible, libre de químicos y manteniendo una relación de sinergia con nuestro entorno. Por ello, hemos apostado por razas de pollo de crecimiento lento adaptadas al medio, que producen una carne de mayor calidad.
Fueron nuestros clientes los que, tras conocer nuestros valores y forma de trabajo, nos pidieron la certificación ecológica; lo que sin duda fue todo un acierto.
¿A través de qué tipo de establecimientos especializados distribuís vuestras aves?
Trabajamos principalmente con comercio minorista especializado en producto ecológico, así como particulares que piden a domicilio directamente en nuestra tienda online; pero también con hostelería, colectividades y, cada vez más, con profesionales que quieren ampliar la gama de productos que ofrecen y atraer a un público interesado en el estilo de vida saludable, el bienestar animal y el consumo de productos de calidad.
Y para terminar, para una empresa dedicada a la avicultura ecológica, entendemos que el respeto por el entorno, además de por el bienestar animal, es muy importante. ¿Qué medidas lleváis a cabo para trabajar en pro de la sostenibilidad y el medioambiente más allá del propio proceso de cría?
Intentamos no causar impacto en ninguno de nuestros procesos. Nuestras naves están emplazadas en construcciones que se encontraban en desuso, y hemos adaptado las instalaciones para no generar más impacto visual con construcciones innecesarias.
Reutilizamos materiales, con el objetivo de no generar residuos. Y mantenemos sinergias con otras empresas con el mismo objetivo, como agricultores ecológicos que usan los desechos orgánicos de las granjas como abono para sus cultivos.
El impacto ambiental es un tema que tenemos muy presente en todas las etapas de la producción, elaboración y distribución, y reflejamos a cada paso. Desde el papel para hacer una anotación, hasta la limpieza de nuestras instalaciones. Es el conjunto de nuestros gestos diarios.
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