El pasado mes de mayo se celebró en París la 84ª Sesión General de la Asamblea Mundial de Delegados de la Organización Mundial de Sanidad Animal, en la que se declaró a España como país con riesgo insignificante de encefalopatía espongiforme bovina. Esto es, sin duda, una muy buena noticia para el sector vacuno, ya que facilitará las negociaciones con países terceros para alcanzar acuerdos sanitarios de cara a exportar bovinos y sus productos.
En dicha Asamblea, participaron representantes de los 180 miembros de la Organización; observadores de las organizaciones internacionales que han firmado el acuerdo oficial con la OIE, y de otras internacionales y regionales; así como invitados a la sesión provenientes del sector.
Los presentes votaron a favor de que España esté dentro de la lista de países con riesgo insignificante de encefalopatía espongiforme bovina, lo que otorga a nuestro país un estatus sanitario oficial superior al de riesgo controlado –que fue alcanzado y reconfirmado anualmente desde 2007-.
Para conseguirlo, hemos tenido que cumplir las condiciones recogidas en el Código Zoosanitario Internacional para los Animales Terrestres, que se basan en los resultados de una evaluación del riesgo que identifique todos los factores que pueden contribuir a la presencia de esta enfermedad. Sin embargo, es importante recordar que para mantener este estatus es necesario seguir aplicando las medidas contempladas en el Programa Nacional.