La carne debe estar presente en una dieta equilibrada y esta ejerce un papel esencial en cada etapa de la vida de las personas, puesto que favorece el desarrollo y buen funcionamiento del organismo. Concretamente en la tercera edad la carne tiene un enorme valor.
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEM) destaca los beneficios del consumo de carne de vacuno, ovino, porcino de capa blanca e ibérico, caprino y de conejo dentro de una alimentación equilibrada y saludable.
El mantenimiento de los huesos y los músculos, el aporte de proteína de alto valor biológico, así como minerales y los formatos versátiles, son algunas de las ventajas del consumo de carne, especialmente interesantes en la tercera edad.